martes, 26 de marzo de 2019

Valeria- Dvicio- Sujey Rodriguez

Valeria- Dvicio



Valeria es una canción de Dvicio, en ella me inspire para crear estás pequeñas historias.
Fecha: 8 de Marzo 2019
Vídeo: Link
Spotify: Link
Letra de la canción: Link 
Sigue a Dvicio en:

Web Oficial: http://dvicio.com/ Instagram: https://www.instagram.com/dvicio/ Twitter: https://twitter.com/dvicioficial Facebook:https://www.facebook.com/DVICIOoficial/ : YouTube: http://bit.ly/2UsrYWc







Despierto, me siento en la cama, volteo a mi lado y efectivamente,  está solo, ella ya no está a mi lado, quería pensar que esto había sido un sueño, pero no lo es ella ya no está más conmigo.

Llevo dos semanas sin salir de casa, no tengo ánimos ni fuerzas para poder afrontar la realidad, llevábamos cuatro años de relación, nadie nunca me dijo que esto podía pasar, yo no estaba preparado para esto, ahora no sé cómo continuar, no tengo hambre, fuerzas ni mucho menos ganas de seguir adelante.  ¿Cómo puede seguir la vida si ella ya no está?

Estoy viviendo de ilusiones que jamás se harán verdad, imagino que hubiera sido de nosotros, como serían nuestros hijos. Cada uno de mis pensamientos me imagino como besara.

No queda ni un día, un minuto, nada que no piense en ella, quiero besarla, quiero abrazarla, quiero tener la oportunidad de poder despedirme de ella.
Quiero pasar página, pero nunca podré hacerlo, ¿Cómo voy a respirar?, no puedo seguir adelante, no quiero seguir adelante. Me duele cada parte de mi cuerpo de mi ser.  

Miro sus fotos, me olvido de todo, olvido como respirar, como amar, como sentir, como vivir. Quiero regresar el tiempo, poder decirle todo lo que siento, quisiera no quitarme de sus brazos, dejar que me diera todo el cariño que siempre estaba dispuesta a dar.

[...]

Ha llegado el momento, Busco su camisa favorita, me rasuro, no dejo nada fuera del lugar como a ella le gustaba. Hoy me siento que he reunido el valor para poder ir, hoy todo indica que me arme de valor,  en media hora llegarán por mí.
Están tocando la puerta. Me pregunto  a mí mismo, ¿Estoy listo? Ya no queda tiempo, me acerco a la puerta.

   Oscar, ¿estás seguro?
   Sí, ha llegado el momento.
Tomo mi chaqueta, subimos al elevador y mi hermana no dice ninguna palabra más. Pero tengo la necesidad de darle las gracias.
   Quiero agradecerte por estar aquí conmigo, por no dejarme solo, no sé si hubiera podido hacer esto solo.  
   No tienes nada que agradecerme, siempre estaré para ti.

Guardamos silencio, ella no me hace ninguna pregunta, respeta cada uno de mis sentimientos. Comienza a manejar en dirección al lugar, con cada una de las cuadras que pasamos, voy poniéndome más nervioso, se me está cerrando la garganta, quiero llorar, pero no puedo hacerlo, guardo estos momentos para cuándo estoy solo. Mi hermana se estaciona, no dice ninguna palabra, me deja asimilar todo este proceso.

   En un momento me bajo.
   No te preocupes Oscar, tomate tu tiempo.

Pasan 24 minutos, he contado cada uno de ellos, en la parte de atrás están unos girasoles de un amarillo brillante, sus flores favoritas, las tomo y abro la puerta para poder bajarme, mi hermana se baja conmigo. Llegamos hasta la puerta y me indica el camino.

   Oscar, aquí te espero. Te dejaré solo.
   OK — Es lo único que puedo responder estando aquí, ya no sé qué tan listo me encuentro, creo que no tengo el valor suficiente. El traer sus flores favoritas me da fuerza, puede ser un gran comienzo.

Camino en dirección a ella, nunca he estado aquí pero curiosamente se me todo el camino, cada paso que doy me duele el pecho, me siento débil, solo pienso en el último momento que estuvimos juntos, me imagino como besaras, como estarás, que pensaras de todo esto, pero ya no hay tiempo, todo indica que me arme de valor, estoy al borde un ataque al corazón por su amor.

Por fin llego, así esta, la veo, todo está como lo pedí, quiero sonreír, después de dos semanas la tengo frente a mí.

   Hola, por fin estoy aquí. — Algunas lágrimas comienza a descender, no las puedo evitar, soy débil otra vez. — Perdón por no haber venido antes, no podía, no tenía fuerzas. Sabía que si venía, todo sería realidad, que no era un sueño.
Me pongo de rodillas frente a ella, lloró todo lo que no he llorado en estos días, le pido perdón por no ser fuerte, por no estar aquí este tiempo, por no saber qué hacer, que sentir, como seguir. Me pongo de pie, camino y dejo las flores encima de su tumba.

—Te amo Valeria, nunca lo olvides. Gracias por todo. Todo lo que hemos vivido nadie no lo podrá quitar, esto que hemos construido nunca va a morir.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario