Valeria- Dvicio
Valeria es una canción de Dvicio, en ella me inspire para crear estás pequeñas historias.
Fecha: 8 de Marzo 2019
Vídeo: Link
Spotify: Link
Letra de la canción: Link
Sigue a Dvicio en:
Web Oficial: http://dvicio.com/ Instagram: https://www.instagram.com/dvicio/ Twitter: https://twitter.com/dvicioficial Facebook:https://www.facebook.com/DVICIOoficial/ : YouTube: http://bit.ly/2UsrYWc
Despierto, me siento en la
cama, volteo a mi lado y efectivamente,
está solo, ella ya no está a mi lado, quería pensar que esto había sido
un sueño, pero no lo es ella ya no está más conmigo.
Llevo dos semanas sin salir de
casa, no tengo ánimos ni fuerzas para poder afrontar la realidad, llevábamos
cuatro años de relación, nadie nunca me dijo que esto podía pasar, yo no estaba
preparado para esto, ahora no sé cómo continuar, no tengo hambre, fuerzas ni
mucho menos ganas de seguir adelante. ¿Cómo
puede seguir la vida si ella ya no está?
Estoy viviendo de ilusiones
que jamás se harán verdad, imagino que hubiera sido de nosotros, como serían
nuestros hijos. Cada uno de mis pensamientos me imagino como besara.
No queda ni un día, un minuto,
nada que no piense en ella, quiero besarla, quiero abrazarla, quiero tener la
oportunidad de poder despedirme de ella.
Quiero pasar página, pero
nunca podré hacerlo, ¿Cómo voy a respirar?, no puedo seguir adelante, no quiero
seguir adelante. Me duele cada parte de mi cuerpo de mi ser.
Miro sus fotos, me olvido de
todo, olvido como respirar, como amar, como sentir, como vivir. Quiero regresar
el tiempo, poder decirle todo lo que siento, quisiera no quitarme de sus
brazos, dejar que me diera todo el cariño que siempre estaba dispuesta a dar.
[...]
Ha llegado el momento, Busco
su camisa favorita, me rasuro, no dejo nada fuera del lugar como a ella le
gustaba. Hoy me siento que he reunido el valor para poder ir, hoy todo indica
que me arme de valor, en media hora
llegarán por mí.
Están tocando la puerta. Me pregunto a mí mismo, ¿Estoy listo? Ya no queda tiempo,
me acerco a la puerta.
— Oscar, ¿estás seguro?
— Sí, ha llegado el momento.
Tomo mi chaqueta,
subimos al elevador y mi hermana no dice ninguna palabra más. Pero tengo la necesidad
de darle las gracias.
— Quiero agradecerte por estar aquí conmigo, por no
dejarme solo, no sé si hubiera podido hacer esto solo.
— No tienes nada que agradecerme, siempre estaré para
ti.
Guardamos silencio, ella
no me hace ninguna pregunta, respeta cada uno de mis sentimientos. Comienza a
manejar en dirección al lugar, con cada una de las cuadras que pasamos, voy poniéndome
más nervioso, se me está cerrando la garganta, quiero llorar, pero no puedo
hacerlo, guardo estos momentos para cuándo estoy solo. Mi hermana se estaciona,
no dice ninguna palabra, me deja asimilar todo este proceso.
— En un momento me bajo.
— No te preocupes Oscar, tomate tu tiempo.
Pasan 24 minutos, he
contado cada uno de ellos, en la parte de atrás están unos girasoles de un
amarillo brillante, sus flores favoritas, las tomo y abro la puerta para poder
bajarme, mi hermana se baja conmigo. Llegamos hasta la puerta y me indica el
camino.
—
Oscar, aquí te espero. Te dejaré solo.
—
OK — Es lo único que
puedo responder estando aquí, ya no sé qué tan listo me encuentro, creo que no
tengo el valor suficiente. El traer sus flores favoritas me da fuerza, puede
ser un gran comienzo.
Camino
en dirección a ella, nunca he estado aquí pero curiosamente se me todo el
camino, cada paso que doy me duele el pecho, me siento débil, solo pienso en el
último momento que estuvimos juntos, me imagino como besaras, como estarás, que
pensaras de todo esto, pero ya no hay tiempo, todo indica que me arme de valor,
estoy al borde un ataque al corazón por su amor.
Por fin
llego, así esta, la veo, todo está como lo pedí, quiero sonreír, después de dos
semanas la tengo frente a mí.
—
Hola, por fin estoy aquí. — Algunas lágrimas comienza a descender, no las
puedo evitar, soy débil otra vez. — Perdón por no haber venido
antes, no podía, no tenía fuerzas. Sabía que si venía, todo sería realidad, que
no era un sueño.
Me pongo de rodillas frente a
ella, lloró todo lo que no he llorado en estos días, le pido perdón por no ser
fuerte, por no estar aquí este tiempo, por no saber qué hacer, que sentir, como
seguir. Me pongo de pie, camino y dejo las flores encima de su tumba.
—Te amo Valeria,
nunca lo olvides. Gracias por todo. Todo lo que hemos vivido nadie no lo podrá
quitar, esto que hemos construido nunca va a morir.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario